miércoles, 19 de agosto de 2009

Revista Ñ

“La fotografía es como el lenguaje, hay muchas cosas que no se pueden decir”


En este articulo de Revista Ñ se entrevista al fotógrafo alemán Axel Hütte, quien expone los alcances y diferencias sustanciales de su arte, la fotografía conceptual, en relación a lo que él denomina “fotografía tradicional”.


Particularmente extraje tres afirmaciones que son expuestas por el entrevistado como los postulados diferenciadores de su trabajo:

“…Mi trabajo no es documental… La diferencia con la fotografía tradicional es que yo hago una reflexión acerca de la realidad…”

“… los fotógrafos conceptuales están obligados a manejarse con un enfoque intelectual para decidir que elegir antes de enfocar…”

“…La selección es el principio más importante. El desafío es como mirar las cosas que todo el mundo puede ver y hacerlas parecer totalmente distintas…”


Entiendo que el artista utiliza el término documental para hacer referencia a un registro pasivo, objetivo de la realidad a través de un artefacto mecánico. Sin embargo si recurrimos a un diccionario encontramos que se define al documental como: un género discursivo de la imagen; una construcción que representa, con carácter informativo o didáctico, hechos, escenas, tomados de la realidad.


Es en esas palabras “construcción, con carácter” enmarcadas en la definición, donde encuentro lo desacertado de la utilización del concepto documental, sobre todo para este articulo en especial.


En ningún caso el hecho fotográfico, y en particular el documental, esta desprovisto de intencionalidad, ni en el registro de hechos más banales. Tomamos fotografías por algo, motivados por algo para comunicar algo a alguien, ya que como dice Barthes la “… fotografía no es solamente percibida, recibida, sino que también es leída, relacionada mas o menos conscientemente por el publico que la consume…”.


La imagen fotográfica documental siempre es una reflexión sobre la realidad. Puede ser más o menos objetiva, denotativa, análoga, pero siempre implica un trabajo de intelectual, una postura ideológica, social y un contexto. Yo decido que retratar, el in y el out, la figura y el fondo. Cada toma supone un recorte que no es independiente de la historia, duración o paradigma de quien acciona el artefacto. Quien obtura el mecanismo imprime una huella en su trabajo, estilo, punto de vista, selección, recorte, etc.; el autor de una fotografía decide en su accionar, capturar y contar una historia, su historia.


La ultima reflexión del entrevistado me parece es la mas acertada para describir lo fundamental de su trabajo. El hecho de mirar las cosas que todo el mundo puede ver y hacerlas parecer (o apararecer) totalmente distintas, implica un trabajo de mayor compromiso hacia el publico, un deseo de hacerlo participe, de movilizarlo, de generar en él una lectura diferente de lo que lo rodea.


Por ultimo y en relación al titulo del artículo diré que la fotografía efectivamente es un lenguaje, tiene elementos constitutivos, compositivos, pautas, métodos, estructuras particulares, en palabras de Donis Dondis una gramática particular. Cada toma es resultado de una selección, composición, construcción, formal o ideológicas y como el lenguaje hablado o escrito no puede decir todo, es por esto que ambos se complementan para generar un determinado sentido.

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