jueves, 15 de septiembre de 2011

Tendencias en el diseño de etiquetas de vino: lo tradicional y lo moderno.

La doctora Eva María Domínguez Gómez en su tesis doctoral Evolución gráfica de las etiquetas de vino en Extremadura desde 1970 hasta nuestros días (2005), estudia la situación del diseño grafico en el sector vitivinícola Extremeño.

Su trabajo indaga en el tratamiento del diseño gráfico de etiquetas de vino en las bodegas extremeñas; Partiendo de un desconocimiento total del desarrollo de esta pieza gráfica comercial en Extremadura, se profundizará en la evolución gráfica que las etiquetas han tenido a lo largo de tres décadas y media (1970-2005).


Es objetivo general de este estudio es hallar las claves que estructuran la identidad gráfica de los productos vinícolas de la región, y de cómo estos han evolucionado en la época marcada. Con el trabajo analítico de la gráfica de las etiquetas de vino propone detectar las singularidades o las constantes que configuran este lenguaje y establecer subcategorías dentro de éstas.


Concluye y expresa que “a pesar de saber que hoy en día el diseño es fundamental en el sector, tan solo la mitad de las bodegas encuestadas dice trabajar con profesionales de diseño”, y que en la sociedad actual la concepción del vino es muy diferente a como se entendía en el pasado donde era un producto con un público muy concreto y estructurado en categorías, desde las más selectas a las más corrientes.


Entre otras consideraciones, y basada en los datos que se desprenden del análisis realizado sobre la muestra de etiquetas pertenecientes al siglo XXI, establece Tendencias estéticas de la etiqueta contemporánea en los vinos extremeños, las cuales denomina: tendencias tradicionales y tendencias modernas o contemporáneas.



La Tendencia tradicional: se identifica por el empleo de elementos tradicionales, elementos que siempre han formado parte del lenguaje de la etiqueta de vino como y dependiendo de cómo se dispongan los elementos mencionados, nos encontraremos ante un empleo historicista o minimalista de esta tendencia.

La tendencia historicista tenderá a copiar esquemas ya establecidos en el lenguaje de la etiqueta de vino e incluso los llevará a extremos, dando lugar a etiquetas con excesiva ornamentación, que, en algunos casos, entorpecerá la función informativa y comunicativa de la etiqueta. El caso contrario es el de la tendencia minimalista dentro de un esquema tradicional, tendencia que, a pesar de utilizar los mismos elementos visuales, lo hace de una forma mucho más sutil e higiénica, para lo que intenta descargar el espacio de la etiqueta de elementos gráficos superficiales que pudieran entorpecer la comunicación y la información. Esta última tendencia transforma la etiqueta de vino en una pieza gráfica aséptica y versátil pero manteniendo un lazo de unión con la tradición vitivinícola al conservar elementos muy característicos de ella.



En general la tendencia tradicional en sus dos concepciones presenta los siguientes elementos visuales y características:

_ La heráldica a la que además podrá acompañar el logotipo de la bodega.

_ La tipografía romana o manuscrita con caligrafía clásica y cursiva, en algunos casos con terminaciones en las letras iniciales o finales.

- La marca del vino y los demás datos, ordenados jerárquicamente en el espacio, se inscribirán, en gran parte de los casos, con tinta oscura y/u oro en fondos claros, con especial predilección por colores crema,

- la presencia de algún elemento ornamental. Las más minimalistas utilizarán un mínimo filete que decore el contorno de la etiqueta y las más historicistas utilizarán todos los recursos ornamentales posibles, llegando a decorar en exceso los espacios de la etiqueta con la posibilidad da ahogar al resto de elementos visuales.

- El oro es uno de los colores predominantes en la ornamentación aunque también lo podemos encontrar presente en la tipografía de la marca.

- La ilustración es otro elemento que, con toda seguridad, nos podemos encontrar dentro de esta tendencia estética, utilizándose para tal fin imágenes de la iconografía popular, generalmente construcciones civiles o religiosas de las poblaciones de origen del producto o, como ocurre en gran parte de la muestra, ilustraciones relacionadas con el entorno rural y vitivinícola de la región


Tendencia moderna o contemporánea:

Se identifica por el empleo de nuevos recursos estéticos que pretende, al derribar los códigos comunicativos asociados a lo tradicional, transmitir al consumidor un nuevo concepto de vino mediante la configuración de la etiqueta, apostando por una gráfica sutil y aprovechando toda la sensualidad del contenido del producto, el vino.

Algunas herramientas de esta tendencia son:

- los colores vibrantes,

- la desestructuración de las formas, la abstracción gráfica, la inclusión de elementos gráficos novedosos, etc.,

- empleo de textos manuscritos y personalizados que, con posterioridad, serán tratados digitalmente, resultado tipográfico que otorga a la marca personalidad propia.

- empleo de los espacios en la etiqueta de forma diferente, las formas que la etiqueta adopta en la botella y los colores que se emplean en la composición, de los que destacamos los nuevos colores metálicos que imprimen novedad a la pieza gráfica.

- en cuanto a la ornamentación, intenta trabajar con las machas de color para delimitar los espacios y distribuir los datos en la estructura de la etiqueta.

- la ilustración, podemos advertir que cuando la utiliza como elemento ornamental busca un tipo de ilustración que, aún teniendo un motivo relacionado con el mundo vitivinícola, emplea los recursos plásticos de una forma contemporánea, incluso abstracta, o bien busca ilustraciones con temáticas diferentes a la iconografía tradicional del sector vitivinícola.

Dentro de esta tendencia que hemos denominado moderna, podemos encontrar etiquetas con claras intenciones de transgredir de manera radical el lenguaje de la etiqueta de vino, con el consiguiente riesgo de perder toda identidad con el producto pero ganando en atracción entre el público más joven y generando polémica entre los más conservadores.



El caso contrario es el de una etiqueta moderna minimalista que, al igual que la tendencia tradicional minimalista, pretende resolver el espacio de la etiqueta de vino de una forma higiénica y ligera pero con la diferencia que ésta utilizará, mejor dicho no utilizará, los elementos tradicionales del lenguaje de la etiqueta de vino, por lo que encontraremos resultados de diseños mínimos que completan su información visual por estar ubicados en un botella de vino.


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